Este error le costó a un amigo su trabajo (asegúrate no cometerlo con tu nuevo jefe).

Nadie me lo platicó.

Recuerdo que al dar seguimiento a resultados con una persona que me reportaba, en lugar de darme soluciones, se quejaba de la cantidad de trabajo que tenía.

Al principio le comenté que era una cantidad similar a la de sus colegas de otras áreas.

Aunque tenía los datos comparativos, él insistió. Le dije que compartía su preocupación de todos las tareas a realizar, pero que algo no funcionaba bien en su manera de dirigir.

Le aconsejé que independientemente de los cambios a realizar en su estilo de trabajo, no se quejara del mismo. “Si viene un nuevo jefe, verá que solo te quejas y te va a despedir”, le advertí.

La falta de conocimiento en uno mismo provoca que tengamos “áreas ciegas”. En el caso del gerente que trabajaba mucho, no se daba cuenta de que faltaba delegar.  Parte de sus actividades las podía realizar el equipo que le reportaba directamente.

Tristemente, a los pocos años, sucedió lo que le comenté a este gerente y fue separado de la empresa.

¿Qué tipo de liderazgo ejerces? ¿Cuál es la forma de equilibrar el resultado con la asignación de tareas? Desconocer tu tipo de liderazgo es un error.

Su orientación era a los resultados, pero ¡sin delegar!, y eso le ocasionó que él cargara con más trabajo de las personas que le reportaban y por eso se quejaba.

La queja no te lleva a nada y la víctima no toma responsabilidad de las cosas.

Conocer tu balance  entre los resultados a obtener, apoyarte en las fortalezas de tu equipo para delegar actividades, teniendo la responsabilidad con control.

Toma el control de tu trabajo, de tu vida y conviértete en un líder transformacional.

Los líderes que son mentores de sus equipos de trabajos les permite delegar y enfocarse en proyectos de mayor valor. Son personas estratégicas para las empresas y conocen las fortalezas de su equipo, eso los motiva y hace crecer también.

¿Conoces a alguien que se queja todo el tiempo? ¿Qué tipo de emociones contagia?